“Estemos siempre en oración, es decir el alma dispuesta a la voluntad de Dios en todos los acontecimientos y en todos los detalles”
M. Isabel
“Debemos tener nuestro pensamiento fijo siempre en Dios, y también en todas nuestras palabas, nuestras acciones, todo lo que hagamos, deben ser un acto de adoración” M. Isabel
- LA ORACIÓN PERSONAL
"La oración es como una comunión en la que nuestro Señor nos asimila a Él" M. Isabel
El tiempo de oración cotidiano es un tiempo privilegiado, dado a Dios, para entregarnos a su acción, en lo más intimo de nuestro ser.
(Regla de Vida 14)
- LA SANTA MISA
"Jesús queriendo entregarse al hombre, se hizo trigo del hombre"
P. Francisco Picard
- ADORACIÓN AL SANTÍSIMO
Nuestra presencia de adoración eucarística es apostólica y esencial en nuestra vida. Nos une al gran movimiento por el cual Cristo, perfecto adorador, arrastra a toda la creación hacia el Padre. (Regla de Vida 11)
"No hay vida más simple que la vida contemplativa, donde todo debe converger hacia la meta de la adoración reparadora".
M. Isabel
"El mayor acto de la vida cristiana es la ADORACIÓN, pues la adoración es el anonadamiento y el amor"
M. Isabel
ADORAR
... es reconocer la grandeza de Dios Trinidad.
... es acoger la posesión del Espíritu en nuestras vidas.
... es reconocer la presencia de Cristo Jesús.
(Regla de Vida 11)
Aquí te presentamos una recopilación de textos del Carisma de las Orantes de la Asunción que podrán ayudarte a profundizar el sentido de nuestra vida Contemplativa centrada en la Eucaristía y la Adoración, según el Señor ha inspirado a nuestra Fundadora Madre Isabel.
- LA LITURGIA DE LAS HORAS
"En la recitación del Oficio divino encontrarán el mana escondido que le dará la inteligencia de las cosas de Dios"
M. Isabel
Esta participación en la oración de la Iglesia prepara y prolonga el Sacrificio Eucarístico, santifica la sucesión del tiempo, y nutre nuestra contemplación a lo largo de los días y de las horas. (Regla de Vida 12)
-LECTURA ORANTE DE LA PALABRA
(Lectio divina)
-ESTUDIO
-LECTURA ESPIRITUAL
La atención a la Palabra, la lectio divina cotidiana, "el estudio, sirviente de la oración", y la contemplación habitual de los misterios de Cristo, nos preparan a acoger el don de la oración.
(Regla de Vida 13)
-EL SILENCIO -LA SOLEDAD
La vida contemplativa pide espacios de silencio y soledad, una ascesis vigilante y ciertas rupturas, que son consecuencia de nuestra elección.
(Regla de Vida 4)
“Las almas contemplativas están atraídas por la soledad.
Pero es sobre todo dentro de sí que deben crear la soledad para vivir constantemente en presencia de Dios sólo.”
P. Francisco Picard
“El silencio exterior es ciertamente recomendado en la vida religiosa, pero es sobre todo el silencio interior que se les pide”
M. Isabel
"Quisiera enseñarles a ser siempre "Orantes", no sólo en la capilla, en el oficio divino, sino en todas partes, orantes de pies a la cabeza"
M. Isabel
